Pop the Power es un nuevo episodio de Standards a lo loco dedicado en su primera parte a la frontera marcada entre el rock y el pop. Sonido guitarrero con melodías crujientes que nutren sanamente todos los órganos del oído.
Asimilado el sonido Beat y el r’n’b de Beatles y Rolling Stones y toda la influencia de estos en la música occidental, hacia la segunda mitad de los setenta surgieron grupos en el Reino Unido y USA que con esas herramientas hicieron un puñado de discos con docenas de canciones deslumbrantes, enérgicas, cortas, pegadizas y con un tratamiento antivejez. Los estadios y los grandes recintos lo ocupaban las figuras (Rolling Stones, Led Zepelin, The Who) y en los Pubs, grupos capaces pero transparentes para la industria. Kursaal Flyers una de las bandas más señaladas en el circuito de locales cerveceros con conciertos en el Londres de 1977 se anularon pronto, pero algunos miembros (Will Birch-batería, John Wicks-guitarra) fundaron The Records. Influenciados por The Beatles, Kinks, Big Star firmaron una canción arquetipo del power pop “Starry Eyes” en su single debut, un enorme éxito tanto en las listas USA como en UK. Tenemos emociones con The Rubinoos que remachan una canción sagrada del power pop como es «Shake some Action» de los no menos sagrados Flamin’ Groovies.
A principios de los años 70’ Jon Rubin (guitarrista y cantante) abducido por los sonidos brItánicos y las bandas pioneras de power pop americanas como los Hollies, le rompió la cabeza a Tommy Dunbar (guitarra, teclista y voz) para hacer un grupo. Reclutaron a Royse Adler al bajo y a Donn Spindt como batería. En 1977, después de un par de singles exitosos Gorilla y I Think We ‘re alone now” editan su primer Lp “The Rubinoos”. Una bolsa de caramelos de sabores fuertes con preciosas voces conjuntadas y sonido crujiente. Nuestra Juke-Box sigue con Dr. Feelgood, el médico del rock’n’roll británico. En un momento de fiebre para el rock y el pop-rock, con sinfonitis y progresitis aguda había dejado de interesar como diversión y sin embargo se necesitaba bailar frenéticamente al ritmo de las cerveza, bolas de billar y rhythmn and blues. Lee Brilleaux, Wilco Johnson, John B. Sparks («Sparko») y John Martin («The Big Figure») eran los malotes, tocaban con velocidad y volumen, eran agresivos y elegantes. Debutaron con “Down by the Jetty” 1974. Visitamos Los Angeles para escuchar a The Plimsouls que editaron su primer EP en 1980 “Zero Hours” y su Lp “The Plimsouls 1981, pero su gloria llegaría con el single autofinanciado “A Million Miles Away” juego guitarrero que anunciaba la New Wave. Es una canción icónica del power pop desde que pertenece a la banda sonora de la película “Valley Girl”. Como transición a la segunda parte del programa nos vamos de Honky Tonk Woman instrumental con The Ventures; un pinchito antes del siguiente trago.
La segunda parte la cabalga John Németh y su armónica blues, Son Volt que repiten para insistir en su calido sonido que aúna los ingredientes naturales del Country y rock-pop, Morphine nos droga con su ecléctico discurso sonico con giros al jazz, rock, punkpop. Desde Massachusetts sacudieron el rock mundial con su debut discográfico “Good”, 1991, recordando que esta música está para divertirse y que se alimenta de una dieta natural variada interpretable con poco; Low-Rock. Metidos en líos de eclecticismos nos echamos a los brazos del bello australiano y su cautivadora voz; Nick Cave. Con los Bad Seeds, sobre todo, utilizó el free jazz, el blues y el punk para sellar piezas de rock con vida eterna. Y nos metemos en la poliédrica mente artística del compositor, cantante y productor Ariel Pink (Ariel Marcus Rosenberg), con un método cubista trabaja con cassettes y todo tipo de grabaciones-regrabaciones a distintas velocidades y con multiples añadidos ( es multiinstrumentista) para elaborar canciones eclécticas por las que corre savia del pop y del rock de los años 60 y 70 del siglo XX
Xose Otero Freire RKV / RADIO